Les comparto el primer cuento que le escribí a mi abuela cuando tenia 11 años, a ella que me introdujo al mundo de la magia.
Un cuento de hadas
Hubo una vez una niña llamada Lucía, que tenia un secreto
guardado. El secreto era un deseo y ese deseo era conocer a las hadas.Su abuela
le contaba mucho de ellas y a Lucía se le hacía padrísimo y las quería conocer.
Un día la niña le dijo a su mamá que si podía ir de vacaciones a un lugar cerca
del bosque, pero su mamá le dijo que no porque ya había planes de ir al mar.
Lucía le suplicó a su mamá durante días y semanas hasta convencerla. Cuando su
mamá por fin le dijo que sí, la niña se puso tan feliz que lo primero que hizo
fue hablarle por teléfono a su abuela, a quien de cariño le decía Pita, y le
contó que iba a ir de vacaciones a un lugar cerquita del bosque. Su abuela le dijo que debía tener
mucha fe para que las hadas del bosque se dejaran ver y además, nunca revelar
el secreto. Lucía, entusiasmada, le recordó a la abuela que si no fuera por
ella, no tuviera fe en las hadas.
Una semana después
salió de vacaciones con su familia y acamparon en el bosque. Ayudó a sus papás
a levantar la tienda de campaña. Al llegar la noche se puso a buscar hadas...
buscó, buscó, y buscó, pero un poco decepcionada no encontró nada. Su mamá le
dijo que se fuera a dormir y así lo hizo. Cuando ya estaba bien dormida, la
despertaron unos como mosquitos y al abrir bien los ojos se dio cuenta que no
eran mosquitos; eran hadas.
Lucía se puso muy feliz y les empezó a contar cómo anhelaban
el día de poder conocerlas.
Las hadas, a su vez le dijeron que era una niña privilegiada
y cuando cumpliera los 12 años y no dejaba de creer en ellas podría convertirse
en una hada también.
Después, las hadas
la invitaron a su ciudad; Hadilandia, Lucía con el corazón lleno de alegría
aceptó. Cuando iban en camino, la niña les pidió que si podía quedarse un
tiempo en la ciudad para conocerla mejor. A las hadas les gusto la idea y así
Lucía pudo llegar a la ciudad y se sorprendió, pues Hadilandia estaba llena de
hadas, gnomos, duendecitos. Ahí se divirtió mucho: se subió a muchos juegos
mágicos. Uno de los más padres era en el cual podía volar y Lucía se subió
varias veces para ver la ciudad desde el cielo.
Cuando iban de vuelta con sus padres a la tienda de campaña,
las hadas le dijeron que ella venia de una familia de hadas y que cuando
estuviera más grande podría llegar a ser un hada. También le revelaron que ella
tenía un zapato especial y que al ponérselo, conducía a la ciudad de las hadas
y de esa forma podía visitarlas todos las noches. Así fue, durante dos años,
Lucía iba a visitar a sus amigas las hadas cada noche.
Día a día ella, la niña conocía cada rincón de Hadilandia y
una nueva sorpresa era descubierta. A veces se desesperaba porque el día se
convirtiera en noche, por eso sus amigas de la escuela sentían que algo pasaba
y además, Lucía ya no iba a sus casas a jugar. Cuando la niña cumplió los 12
años se fue a estudiar con su abuela. Al llegar, su abuela Pita le dijo que le
tenia que decir un secreto y la niña le contestó que confiara en ella. Su
abuela le contó cómo había visto una hada por primera vez a los 10 años de edad
y las hadas le revelaron que al cumplir 12 años y si no dejaba de confiar en
ellas se convertiría en una hada. cosa que sucedió y todas las noches tomó
forma de hada. Con ternura le dijo la abuela: " Cómo tú no dejaste de
confiar en ellas te cumplo ese deseo, Lucía. Aquella noche, una de las hadas
que te llevó a la ciudad mágica era yo".
La niña se convirtió en hada. Ahora Lucía y su
abuela, todas las noches viajan a Hadilandia. Después de mucho tiempo, Lucía
tuvo una hija y le sucedió lo mismo que a ella- Luego a la hija de la hija de
Lucía le sucedió lo mismo, y luego a la hija de la hija de Lucía tambien le
sucedió lo mismo y así