CREO QUE LA MAGIA EXISTE Y NOS DA UN RESPIRO DE LA REALIDAD

Bienvenidos a mi otro mundo,




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domingo, 23 de febrero de 2014

La magia de las palabras

Sentada estaba con la varita
con ella magia podía hacer
un obsequio había sido
pues una mañana me la encontré

No había instrucciones,
Estaba ahí
tendida sobre mi cama
Con una nota que me decía
Tú magia haz

Cuantas cosas podré hacer
Un unicornio aparecer
La agite y la agite
Nada pasó

Se me ocurrió escribir todo
Lo que con ella quiero hacer
Un castillo en el arcoíris
Un viaje a las estrellas

Hacerme diminuta
 hablar con las hormigas
Pasear en libélula
Visitar a las sirenas

La agite y la agite nada pasó
Que voy a hacer con tantos planes
Si mi barita magia no hace.

Seguiré escribiendo
alguien vendrá
y echar a andar la barita me va enseñar.

La barita magia no hace
Las palabras si
Cuando escribía me encogí
Y una libélula

Pasó por mi.

sábado, 1 de febrero de 2014

       
Les  comparto el primer cuento que le escribí  a mi abuela cuando tenia 11 años, a  ella que me introdujo al mundo de la magia.                     

                        

                      Un cuento de hadas

      

     Hubo una vez una niña llamada Lucía, que tenia un secreto guardado. El secreto era un deseo y ese deseo era conocer a las hadas.Su abuela le contaba mucho de ellas y a Lucía se le hacía padrísimo y las quería conocer. Un día la niña le dijo a su mamá que si podía ir de vacaciones a un lugar cerca del bosque, pero su mamá le dijo que no porque ya había planes de ir al mar. Lucía le suplicó a su mamá durante días y semanas hasta convencerla. Cuando su mamá por fin le dijo que sí, la niña se puso tan feliz que lo primero que hizo fue hablarle por teléfono a su abuela, a quien de cariño le decía Pita, y le contó que iba a ir de vacaciones a un lugar cerquita  del bosque. Su abuela le dijo que debía tener mucha fe para que las hadas del bosque se dejaran ver y además, nunca revelar el secreto. Lucía, entusiasmada, le recordó a la abuela que si no fuera por ella, no tuviera fe en las hadas.


      Una semana después salió de vacaciones con su familia y acamparon en el bosque. Ayudó a sus papás a levantar la tienda de campaña. Al llegar la noche se puso a buscar hadas... buscó, buscó, y buscó, pero un poco decepcionada no encontró nada. Su mamá le dijo que se fuera a dormir y así lo hizo. Cuando ya estaba bien dormida, la despertaron unos como mosquitos y al abrir bien los ojos se dio cuenta que no eran mosquitos; eran hadas.



Lucía se puso muy feliz y les empezó a contar cómo anhelaban el día de poder conocerlas.
 Las hadas, a su vez le dijeron que era una niña privilegiada y cuando cumpliera los 12 años y no dejaba de creer en ellas podría convertirse en una hada también.
Después, las hadas la invitaron a su ciudad; Hadilandia, Lucía con el corazón lleno de alegría aceptó. Cuando iban en camino, la niña les pidió que si podía quedarse un tiempo en la ciudad para conocerla mejor. A las hadas les gusto la idea y así Lucía pudo llegar a la ciudad y se sorprendió, pues Hadilandia estaba llena de hadas, gnomos, duendecitos. Ahí se divirtió mucho: se subió a muchos juegos mágicos. Uno de los más padres era en el cual podía volar y Lucía se subió varias veces para ver la ciudad desde el cielo.

Cuando iban de vuelta con sus padres a la tienda de campaña, las hadas le dijeron que ella venia de una familia de hadas y que cuando estuviera más grande podría llegar a ser un hada. También le revelaron que ella tenía un zapato especial y que al ponérselo, conducía a la ciudad de las hadas y de esa forma podía visitarlas todos las noches. Así fue, durante dos años, Lucía iba a visitar a sus amigas las hadas cada noche.



Día a día ella, la niña conocía cada rincón de Hadilandia y una nueva sorpresa era descubierta. A veces se desesperaba porque el día se convirtiera en noche, por eso sus amigas de la escuela sentían que algo pasaba y además, Lucía ya no iba a sus casas a jugar. Cuando la niña cumplió los 12 años se fue a estudiar con su abuela. Al llegar, su abuela Pita le dijo que le tenia que decir un secreto y la niña le contestó que confiara en ella. Su abuela le contó cómo había visto una hada por primera vez a los 10 años de edad y las hadas le revelaron que al cumplir 12 años y si no dejaba de confiar en ellas se convertiría en una hada. cosa que sucedió y todas las noches tomó forma de hada. Con ternura le dijo la abuela: " Cómo tú no dejaste de confiar en ellas te cumplo ese deseo, Lucía. Aquella noche, una de las hadas que te llevó a la ciudad mágica era yo".

La niña se convirtió en hada. Ahora Lucía y su abuela, todas las noches viajan a Hadilandia. Después de mucho tiempo, Lucía tuvo una hija y le sucedió lo mismo que a ella- Luego a la hija de la hija de Lucía le sucedió lo mismo, y luego a la hija de la hija de Lucía tambien le sucedió lo mismo y así 
                                                 
                        UN DIA NUBLADO



Gracias Begoña por la bonita ilustración



Lily lloraba bajo un árbol, ya no sabia que le ocurría.
Ella era alegre, como los girasoles le bailaba al sol.

Algo había ocurrido, ya sus piececillos no se movían.
¿Que podía ser?. ¿Qué me ha pasado?
Será que de tantas golosinas mis pececillos estén pesados

Lily lloraba, mas no sabia que le ocurría
Ya no estés triste, alguien decía
Pero la niña estaba sola.
¿Quién era ese que le decía?
- Las golosinas no han hecho pesados tus piececillos.

¿Quién eres tu?, ¿Por qué no te veo?
Y que me ocurre que ya no bailo
Somos nosotros tus claras lagrimas, si lo preguntas te lo decimos que  ¿Qué te ocurre?, ¿Qué porque lloras?, somos las palabras de tu dulce alma
Entonces dime, ¿por qué no bailo?, No bailo yo, ni el girasol, es que ese sol se esta ocultando.

No llores Lily, que no se oculta,
El te presenta a su nube amiga, ella también quiere lucirse; Si tú le bailas como a ese sol ve lo que ocurre.

Lily se despidió, y bailó y bailó
Pequeñas gotas le festejaban aquel baile que tanto extrañó
entonces Lily lo comprendió
Hay días soleados y días nublados, y mucho baile para los dos

Hoy vengo a Recordarte

Unas pequeñas lineas que le escribo a mi Hada terrenal, esa abuela mágica que hace 8 años se convirtió en mi abuela-mama, a pesar de los golpes que le ha dado la vida ella sigue brillando, la tristeza de perder a su hija la abruma  de vez en cuando y no se da cuenta de el efecto que da a las personas esa alegría interna llena de magia para compartir.


                  Hoy vengo a Recordarte

Tu haces esto?
Que es ese brillo que va dejando
Sin darse cuenta que va volando

No, no es gracia mía
 
es siempre ella
quien se desliza como las plumas
su corazón cuelga de un hilo

La reconoces?
No se percata de su aleteo,
Cree que ahora pesa
Pero como antes su brillo deja
Y lo esta olvidando

Ya lo recuerdo
Como olvidarlo?
Ella eres tu,
Se te ha olvidado

Tu corazón hoy dia pesa
Es necesario ya recordarte
Tú brillo dejas
No eres cualquiera
Y en el camino
He olvidado
Que con tu brillo y tu aleteo

Haces mi mundo

Nuestro mundo cambió



Un día como hoy
el cielo tembló

el tiempo se detuvo
mi cabeza no encontraba lugar
mi mundo cambio,
el suyo también.
 
Suspendían en el cielo
dos grandes estrellas
Un hada blanca cubrió mi hogar,
un sabio búho vigilaba atento
Y mi cabeza encontró lugar.

Las estrellas jamás se apartaron
 no era solo su brillo el que me hacia atinar
Era esa hada,
 tan pequeña pero tan grande,
 con su polvo y su sabio búho

El tiempo paso,
las estrellas brillaron
El polvo de hada jamás escaseó
Y el sabio búho no desertó

Hoy lo comprendo
8 años atrás el cielo tembló
y el tiempo se detuvo
dos nuevas estrellas adornaron el cielo

y un hada y un búho cambiaron mi mundo.